Buenos días a todos, el artículo de hoy se trata de una
reflexión sobre el entorno de jugadores, enfocado sobre todo al área local,
pero que seguro que encontraréis en otros lugares además.
Conocí el juego de Yu-gi-oh TCG hacia el principio de la
década de los 2000, con la primera serie de anime, con Yugi Muto, Seto Kaiba y
sus mazos de inicio, y las primeras cartas que salieron al mercado. Tendría
unos 10 años entonces, y me reuniría con un vecino mío y jugaríamos un par de
partidas coñeras y compraríamos un par de sobres random a la semana, sin
meterle mucho pensamiento al juego aparte de cuánto nos encantaban las cartas
que teníamos.
Poco a poco se nos desvanecería de la cabeza y lo dejamos de lado
por otras cosas hasta que, por un casual del destino, volví a encontrarme el
juego hace 4 años y decidí volver a meterme en él, primero por un anhelo de
conseguir los recuerdos que tenía en mi infancia, y más adelante por un deseo
de mejora, de adentrarme en el ámbito competitivo. Pasé de tener mi mazo popurrí
de monstruos normales y de alto ataque a montarme un par de mazos competitivos,
de aparecer en los torneos de tienda una vez cada tanto a participar en dos
regionales y organizar eventos y juzgar partidas.
Esto fue posible debido a un par de factores que entran en
juego. En primer lugar, encontré en el juego un pasatiempo que, a mi parecer,
me recompensaba intelectualmente de una
manera muy apropiada para el esfuerzo que le metía al juego. El TCG me
proporcionaba un juego mental que encontraba muy útil y lo tomé como ejercicio
habitual, como en su tiempo solía jugar al PC o a la play, solo o con
compañeros, y consideraba que era tiempo que invertía en crecer como persona, manteniéndome
fresco y entretenido.
En segundo lugar, a lo largo de mi historia como jugador
de yugi he ido transitando entre distintos círculos de personas, y salvo alguna
excepción puntual he encontrado esta experiencia gratificante, y me ha ayudado
a conocer multitud de opiniones y puntos de vista, además de compartir buenas memorias
con algunas de estas personas.
¿Por qué escribo esto? Porque cada vez es más difícil
encontrar personas que tengan el mismo deseo de mejorar en este juego,
competitivamente, y que le puedan dedicar la cantidad de tiempo para que el
juego prospere y crezca.
Como yo, muchas personas conocieron el juego desde la serie
de anime, viendo los capítulos los fines de semana por las mañanas en antena 3
mientras desayunaban, o porque veía a sus compañeros de clase jugar a las
cartas en los recreos, y a partir de allí compraron sus mazos de inicio y sus
cartas…. Hasta que vieron que había más gente que jugaba al juego de cartas y
se unieron a ellos por ese apego a ese símbolo que habían tenido entre manos.
Por desgracia, este punto de origen es uno de los puntos que
más daño le hacen al TCG desde el punto de vista competitivo. Por qué? Porque hacen
que un número de jugadores vean el TCG como un producto de una serie semi-infantil en
vez del hobby constructivo y competitivo que es (algo que si prescindiesen de la imagen anterior podrían conseguir, como sucede con MtG), y carecen de una motivación de
mejorar como jugadores, en tanto el terreno de construir un mazo como de
jugador en sí.
Tampoco ayuda que, en el fondo, muchas personas entren al
TCG y lo consideren un hobby, sin embargo relegándolo a un segundo o tercer
plano en relación con los otros muchos hobbys sin embargo que podamos tener, u
otras obligaciones. Esto es primariamente el mayor problema que pueden tener los jugadores, no solo de
Yugi, sino de cualquier Hobby competitivo o semi-competitivo, en cuanto a
diversas series de razones.
Si bien es cierto que muchos de nosotros no somos capaces de
acumular el tiempo que le debamos dedicar para mejorar competitivamente (ya
bien sea por estudios o por trabajo), un jugador de TCG necesita emplear tiempo
en 2 actividades primordiales: práctica con las cartas (jugar IRL o en
DN/devpro) y teoría (deckbuilding, análisis de cartas, ver qué nuevas cartas
llegan y qué nuevas incorporaciones podemos hacer a nuestros mazos). Cuando una
persona prescinde de uno de estos 2 pilares, se da cuenta de que no está a la
altura que otro jugador que ha sabido participar en ellas y equilibrarlas. Una
persona que no sepa montar un buen mazo y no dedique el tiempo que tenga a
actualizarlo, a buscar buenas combinaciones de cartas para él, por mucho que lo
juegue no ganará, porque pese a tener la motivación de jugar no tiene la
fórmula que se la va a permitir. Por el contrario, un jugador que sabe formular
la ecuación, que monta un buen mazo (tanto sacándolo de internet como llegando el
al mazo y montándolo de motu propio) pero carece de la motivación de jugar, el
momento que toca el mazo se encuentra que no sabe aplicar la teoría: no sabe
qué jugadas realizar en qué momento, no sabe si jugar defensiva o
agresivamente, si es un farol que ha seteado su rival 1 sola carta….
Otro gran problema que tienen muchas personas es la
economía. Si bien esto es menos achacable, el TCG está montado de tal manera
que necesitas una inversión inicial bastante importante para poder estar a la
altura de jugadores más antiguos, que tienen un almacén de cartas o ‘pool’
bastante más amplio. Pese a que konami lanza periódicamente mazos de estructura
que hacen que se puedan jugar temáticas con bajo coste, en este juego también
entran en juego cartas genéricas, extra deck, side deck, y para poder competir
en condiciones estamos al menos en necesidad de jugar un mazo con un extra deck
completo. Ojo, que no estoy diciendo que os compréis el Exciton o Vanity’s de
turno cuando salgan, haciendo una inversión de decenas de euros cada vez que
salga la nueva carta staple que haya que llevar, pero sí que deberíais tener un
extra y side deck completamente funcionales, que esté compuesto por cartas que
os permitan salir del paso en diversas situaciones: cowboy, 101, stardust, dire
Wolf, maestroke, zenmaines. Al menos un extra deck que no esté compuesto de 3 utopias
de cada o cartas que solo llevéis ‘porque hay que rellenar’. El extra y side
deck son dos partes del mazo que, a la larga, te pueden permitir ganar o perder
una partida, y un jugador competitivo está moralmente obligado a jugar al 100%
de su capacidad, sumado a su potencial de mejora.
El último punto a discutir es la motivación, tanto individual
como grupal. He pasado por la dedicación (el tiempo que empleamos en yugi), los
fondos necesarios y ahora queda la parte de la mentalidad de un jugador. Aquí
es sobre todo donde falla la comunidad, a nivel local y en otros lados, y donde
me remonto al inicio de los jugadores. Muchas personas piensan en YGO como un
pasatiempo, equiparable al rato que pasan jugando al PC o a la consola, y en
ciertos casos incluso menor que pasar el tiempo en compañía de otras personas
que no sean los otros jugadores (con lo cual no tengo ningún problema, salvo el
que voy a contemplar ahora mismo), y lo cual convierte el juego en una
prioridad baja, y susceptible a cambiar de lugar con respecto a otras
prioridades que también son pasatiempos de la persona. Y esta acción es la que
perjudica en mayor parte a la comunidad de jugadores, que somos bastante pocos,
que al notar que la afluencia viene dada por épocas y situaciones en las que
favorezca a cada persona, ven que carecen del mismo nivel de compromiso que
ellos, y bajan el nivel de dedicación a nivel local, y entonces los jugadores
que dejaron el juego por otras cosas vuelven y ven que hay menos jugadores que
antes y se vuelven a ir, y los demás jugadores ven que los anteriores siguen
sin aparecer…. Y se vuelve un círculo vicioso en el que el único resultado que
cuenta es que el número de jugadores baja drásticamente hasta llegar a un
mínimo peligroso, en el cual te preguntas si el círculo de yugi ha pasado a
mejor vida. Y es mi gran pesar comunicar que es esta situación la que me obliga
a escribir este artículo, si es hora de pasar página en cuanto al movimiento organizado
de yugi en mi localidad, o si todavía hay una cura.
Esta situación es peligrosa en dos sentidos, porque la desmotivación en jugadores aumenta, provocando en algunos casos que algunos jugadores dejen de lado el juego (algunas veces temporalmente y otras veces, inevitablemente, para siempre), y porque los organizadores deciden que, ante malos resultados económicos que les proporciona la actividad, deciden que es mejor prescindir de los artículos de yugi TCG y de montar torneos organizados, y los jugadores pierden una fuente de actividades competitivas, y un importador de productos de Yu-gi-oh! lo cual hace conseguir producto más difícil en el lugar (y creo que no hace falta recordar que a día de hoy sólo tenemos una única tienda que importa material de yugi en la localidad)
Y asi es como yo, como antiguo organizador de torneos en la localidad durante el pasado año y medio, he visto que un plan que tenía para este formato no salía con la imagen que quería darle y entre la posibilidad de llevarlo adelante y la posibilidad ínfima de tener éxito, y la abrumadora realidad que es que no saliese adelante, he decidido cancelar los planes que tenía de eventos organizados para el formato. Y por desgracia, cuando me decidí a plantear mi idea para los torneos locales me dije a mi mismo 'si no sale adelante, dejo de organizar eventos competitivos para los jugadores locales'. Es mi gran pesar anunciar que, como no ha salido adelante, me veo obligado a cumplir mi promesa a mí mismo, y dejar en manos de otra persona la organización de torneos, con el consiguiente riesgo de que la tienda de yugi en nuestra ciudad decida que, como ya he augurado antes, el riesgo de traer producto de yugi es superior al beneficio y, como negocio privado que es, decida prescindir de las actividades de este juego de cartas y veamos desaparecer el último suministro de producto de yugi en san sebastián.
Cómo decidimos gestionar nuestra dedicación al hobby es cosa nuestra, pero es deber el respetar a la comunidad.
Espero que estas palabras os hayan resultado útiles, y espero que los jugadores locales (y los no locales) las tengáis en cuenta a futuro. Un saludo y hasta la próxima, lectores